viernes, 12 de agosto de 2011

Día 1: La eterna autovía

¡¡Comenzamos laes crónicas!!

Llegó el día esperado, y a las 6,30 de la mañana, con algo de retraso, salgo para Vélez para encontrarme con Javier y seguir hacia Granada. Tras repostar en la rotonda de Vélez, salimos a ritmo tranquilo hasta que se nos acaba la autovía, lo que nos permite disfrutar de las curvitas de bajada aSalobreña.

Retomando la autovía para Granada, nos envuelve una neblina matinal que se cala hasta los huesos, así que tras un cambio de guantes en una parada para descansar, seguimos hasta Granada. En la circunvalación de Granada, un bache me hace pegar un salto y... hace que el GPS que llevo salte de la fijación!! Se queda enganchado por los pelos, y tras unos momentos de pánico, consigo afianzarlo otra vez. En la siguiente parada para estirar las piernas, lo aseguro al soporte con un trozo de cinta americana, y problema resuelto. ¿Veis como era buena idea echar un rollo?

Tras parar a desayunar en un pueblecito llamado Venta del Peral, nos encontramos con que el dueño del restaurante es motero, y nos recomienda coger dirección Caravaca de la Cruz, por carretera nacional, en vez de por autovía, y a partir de ahí tirar hacia Venta de la Higuera, donde se puede coger la A3 hasta Valencia, ahorrandose 90 kms de trayecto. El problema es que como somos unos torpes, al llegar a Caravaca, nos equivocamos de desvío, y acabamos llegando a Murcia igualmente por autovía, aunque habiendo hecho bastantes kms por carretera nacional, bastante más entretenida y en muy buen estado, en la que se podía llevar sin problemas ritmo de autovía. Y además aprovechamos para disfrutar mejor del paisaje de Murcia, que a mi parecer tampoco es gran cosa. Yo lo veía todo desierto.. ¿Donde está la famosa Huerta Murciana?

Una vez pasado Murcia, me percato que una de las alforjas de Javier le va rozando el escape. Parada técnica para descubrir que el calor ha hecho un pequeño agujero en una parte de plástico de la alforja. Más cinta americana, y afianzar los pulpos y las sujecciones para ponerlas un poco más altas, y a seguir!

A partir de ahí, todo autovía... autovía, autovía, y más autovía. En la parada para comer, Javier aprovecha para ponerle cinta térmica a las alforjas, y evitar que vuelvan a arder. A partir de ahí, en cada parada para estirar las piernas o repostar, revisamos que todo esté en orden. Y más autovía... Y además de peaje!

Tras un montón de horas, en las que la distancia hasta Barcelona parecía no disminuir, acabamos llegando al final de la Autopista de peaje, donde nos clavan inmisericordemente 30€... Para seguir con más autovía hasta Barcelona, donde el GPS hace su función, llevandonos hasta el hotel sin tener que dar ni una sola vuelta ni tener que preguntar. Llegamos casi a las 10 de la noche, yo con un hombro jodido, y Javi con las rodillas regular. Pero merece la pena. Ahora a descansar, y a prepararse para cruzar los Pirineos y llegar hasta el Mont Blanc!

Mañana, si la wi-fi del hotel lo permite, más!

V'sssssssssssssss!!!

(Y venga autovía, y autovía, y más autovía... No hay autovías ni na en levante... pa que!)

1 comentario:

  1. Ofuf, vaya comienzo de viaje :p Menos mal q llevabas la cinta :S Y menos mal q el bache lo único q provocó fue eso y no otra cosa peor.

    Lo de los 30€...no había una autovía para evitar pagarlos?? :S q pasote, vamos.

    De las autovías no te quejes, q gracias a ellas habeis llegado mas seguros. Lo malo es q el viaje se hace mas pesado...pero bueno, q no vais de paseo :p y menos en esta primera parte, q creo q es la mas larga, no?.

    Pues ale, a dormir y a relajar tu hombro y las rodillas de Javi, q mañana habrá mas :p

    MoD ;)

    ResponderEliminar